Paco Neuman, o lo que es lo mismo, Paco Román. Un ser extraordinario que bien podría surgir de algún país del Norte de Europa , tanto por su apariencia física como por ese estilo Shoegaze y Post-rock propio de un minimalismo que poco tiene que ver con su procedencia real .
Casi dos décadas han pasado desde sus inicios en la “Fábrica de la Luz”, una trayectoria marcada por la presencia de directos en salas y festivales. Una obra culminada con cuatro álbumes publicados repletos de guitarras, sintetizadores y baterías de los años 50 y 60, que han preferido nacer de acústicos y decidido huir de excesivos arreglos tecnológicos.
El pasado 5 de Octubre sería el día elegido para dar el pistoletazo de salida a la gira presentación de su último trabajo “Crashpad”. Un regalo que no supone la continuidad a la que Neuman nos tenía acostumbrados, sino toda una sorpresa repleta de madurez y calidad musical que ha conseguido en mi persona su propósito : despertar lo que hasta ahora no habían logrado sus otros álbumes.
Enmarcado dentro de la gira de conciertos “Momentos Alhambra”, bendito mundo cervecero de nuevo, la sala Joy Eslava recibía a Paco Neuman bajo un escenario estático y con formato de trío que recordaba al de los inicios de la banda.
Íbamos a asistir a un concierto marcado por un set list estratégicamente acertado que intercaló bien nuevos temas con los principales hits atemporales de sus anteriores trabajos. Por sus manos pasaron los juegos vocales de ‘Dizzy’ , los vientos que casi intimidan de ‘Gibberish’, la melodía impecable de ‘All That Matters’ y los retazos punk de ‘Marsha’. Porque Crashpad es algo más que una serie enumerada de canciones, son temas que llegan para quedarse.
Nos encontramos ante un nuevo disco construido desde dentro, compuesto en su propia casa y alejado de los grandes estudios de grabación. Un trabajo creado poco a poco y mucho más intimista, hecho que explica los nervios que estuvieron presentes en su presentación oficial, porque, como bien dice su protagonista: “El día en que no me vea preocupado, entonces sí me preocuparé”. El 5 de Octubre disfrutamos un concierto en el que quizá faltó algo de potencia pero al que le sobró magia y presencia de escenario, es lo que implica dejar en segundo plano guitarras afiladas y hacer protagonistas la acústica y limpieza de sonido.
El espectáculo de montaña rusa emocional remató en “Turn It”, himno que ha puesto patas arriba cada concierto y “Battle starship”, un tema estratégicamente diseñado para rematar directos.
Neuman está en un buen momento anímico y la luz que transmite “Crashpad” es su fiel reflejo, poco más de una hora fue suficiente para adentrarnos en un viaje mucho más interno que externo y hacernos partícipes del que quizá sea el trabajo más emocional y arriesgado de la banda.
Calma, sonido del silencio y aprender a escuchar los detalles que nos rodean por encima del entorno, nos encontramos ante una gira de obligada asistencia: gracias Paco.
Fotografías: Sara del Canto
