La parte escondida de los jardines de los Zuloaga volvió a abrirse al público para acoger varias actuaciones del Festival de Música Diversa de Segovia. Un escenario precioso donde escuchar conciertos y abrir la temporada preveraniega. Y digo bien el prefijo, porque el verano todavía no ha encontrado sitio para quedarse en Segovia, y esto lo vivieron en sus carnes quienes acudieron allí la noche del viernes. Porque, en cuanto el sol se escondió, ni siquiera ese abrigo que llamamos «de entretiempo» fue suficiente para superar el frío. Quizás por ello, según fue transcurriendo la noche, el número de espectadores fue disminuyendo hasta poder contarse con los dedos de las manos.
OS PIXINGUINHOS
Aún de día, Os Pixinguinhos se encargaron de romper el hielo con sus ritmos brasileños. Fue imposible quedarse quieto al son del bombardino, el clarinete, la flauta travesera y el trombón como protagonistas, acompañados siempre con las cuerdas de la guitarra y la incansable percusión de batería, bongós, pandereta, maracas… Después de que espíritu del gran Pixinguinha trasladara la esencia de Brasil a aquel trocito de Segovia, las mujeres fueron las protagonistas.
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ECLÉCTICA
Después de una semana de trabajo interminable, cuando llega el viernes lo ideal es desconectar, pero sin quedarse pegado al sofá, sobre todo cuando hay tantas maneras de pasarlo bien ahí afuera. Por ello el festival contó con la presencia de Ecléctica, un grupo que cumplía perfectamente lo que Cyndi Lauper reivindicó allá por 1983. Pero en 2019 la chicas no solo quieren divertirse, sino también dar a conocer su arte y romper prejuicios. Con una estética que también recordaba a la de la cantante americana, se subieron al escenario las hermanas Isabel (voz principal) y Silvia Penalba (guitarra), junto con la bajista Raquel Pola y la batería Leyre Colomo, para interpretar los temas de su primer disco «Dulces y salvajes», con el que actualmente están de gira por España, tras haber visitado también México y los Estados Unidos.
Música con mensajes de fuerza y optimismo, de la que cantas irremediablemente con una sonrisa en la boca, y que te invita a desconectar por un momento del mundo para unirte a la alegría y a las buenas vibraciones que destilan Ecléctica. Además, uno de sus colaboradores en este disco, el actual guitarrista de Los Secretos, Ramón Arroyo, se unió al grupo para poner su firma en el último tema del repertorio.
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LA BIEN QUERIDA
La voz de Ana Fernández-Villaverde abrazó a todos con su cálida manta de canciones que dan contenido a uno de los mejores grupos del panorama indie nacional, La Bien Querida. Y es que, además de la calidad y calidez a la hora de cantar, la bilbaína se rodea de músicos tan destacados como Nieves Lázaro a los teclados, que es compañera a la vez del batería Juanma Padilla en el grupo Lázaro; o por su productor David Rodríguez a la guitarra y voz.
No hubo ningún éxito que no sonara esa noche. La Bien Querida agradó al público con temas que recorrieron su carrera, desde el mítico disco «Romancero», con canciones como De momento abril, hasta lo más nuevo, como la revisión de Poderes extraños, con la que concluyó el concierto
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ESTROGENUINAS
Les tocó actuar cuando más frío hacía y menos gente había, pero las Estrogenuinas demostraron que son una banda punk de las de verdad, de esas a las que no se les pone nada por delante y que cantan «lo que nos sale de la chirla». Invocando al espíritu de The Runaways, las hermanas Ángela y Carolina Álvarez se convirtieron en Cherie Currie y Micki Steele para abrir su concierto con una versión muy especial del clásico Cherry Bomb, adaptándolo a la idiosincrasia de su Salamanca natal bajo el título de ‘Charra’ Bomb.
Si algo dejaron claro las salmantinas en su paso por Segovia es que el punk no envejecerá jamás mientras la sociedad siga dando razones para protestar ante la violencia machista, la precariedad laboral, la doble moral o las desigualdades a través de canciones como las que brindaron Estrogenuinas, que presentaban en Segovia su disco «Villabecario».