Hipnótico y extrasensorial. Galáctico y Artesanal. El álbum debut de Alex Serra es pura substancia sónica que incita a la disección del cuerpo/mente
Alex Serra presenta su álbum debut “In the Real World”, inspirado en un viaje iniciático de cuatro años por Sudamérica y Sudáfrica. Las experiencias vividas transforman su percepción de la vida e impregnan su música de energía regeneradora. Encuentros fortuitos con músicos de otras disciplinas, sonidos amazónicos, ritmos tribales africanos, chamanes y plantas maestras transforman su percepción y forjan un sonido interior plagado de frecuencias downtempo que hechizan desde las primeras escuchas.
Alex se enfrenta a sus temores escénicos documentando todo este viaje en su canal de YouTube en donde comienza a publicar versiones de clásicos del soul grabadas en distintas localizaciones emblemáticas de estos dos continentes. 25.000 testigos fieles de todo el planeta acompañan a Alex en esta aventura y le animan en la búsqueda de su verdadero sonido interior.
Finalmente, y tras mucho recorrer, los huesos de Alex van a parar de nuevo a Barcelona donde da con otro de esos personajes maravillosos de la bohemia musical: Toti Arimany, productor maestro del dub y las programaciones, básico para entender el sonido surgido de La Fournier, el caserón que acogió los discos de Dusminguet primero y La Troba Kung-Fú después. Alex y Toti conectan de inmediato y se someten a un encierro sonoro de un año en una masía reconvertida en laboratorio musical.
Juntos recrean los ambientes naturales con samples que Alex capturó en su viaje, entrelazándose con beats electrónicos de ritmos afro-latinos, guitarras soul y africanas, y un exquisito uso de texturas y efectos dub. Con extrema atención en el detalle dan forma a una delicada colección de canciones donde la voz cálida e hipnótica de Alex, con ese punto de espiritualidad que por momentos recuerda a Devendra Banhart y en otras ocasiones a maestros de la música negra, se mueve sinuosa sobre un colchón downtempo en el que el dub, el pop electrónico, el trip-hop y la nueva electrónica latinoamericana – liderada por Nicola Cruz – se dan un abrazo cósmico.
Los textos navegan en el intimismo de Bon Iver y describen ese despertar a otro mundo mágico que Alex plantea como más ‘Real’, donde se va a lo profundo, a ese lugar donde el tiempo se detiene y podemos reconocer algo misterioso y sagrado que nos conecta a todos los seres humanos. La voz de Alex, que por momentos susurra suavemente y por momentos grita canalizando espíritus africanos, nos conduce a un estado de introspección y trance.
“In the Real World” se lanza el 21 de Junio a través del sello discográfico Mundo Zurdo, responsable también de las actuales aventuras discográficas de Iseo & Dodosound, Green Valley y Macaco.

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LA ENTREVISTA
¿Qué hace que te dediques a este loco, pero maravilloso mundo de la Música?
Muy simple, la música me hace feliz. Es el único lenguaje que conozco con el que me puedo expresar libremente. Cuando conecto con la música y me dejo llevar entro en un trance profundo, es algo así como flotar en el agua.
Nos gusta mucho el sonido de Alex Serra en tu disco “In the real world” (2019). Tu música parece tener influencia tan variada de estilos que resulta muy difícil de clasificar. ¿Qué ha motivado este sonido en Alex Serra? ¿Cuáles son o han sido tus influencias más directas a la hora de hacer música?
Antes de componer la música de este disco estuve viajando cuatros años por Sudamérica y Sudáfrica. Lo que motivó mi viaje fue una insoportable sensación de estar atrapado en un bucle temporal, intentando cumplir con todo lo que creía que la sociedad esperaba de mí; acabar mis estudios, conseguir un trabajo estable, en fin… tener un estilo de vida parecido al de la mayoría de las personas.
Sentí un impulso irrevocable de ir a explorar el Mundo y encontrar mi ritmo, mi sonido. En el camino conocí a artistas que me enseñaron a ver la vida desde otra perspectiva que nunca antes había imaginado.
En Sudáfrica conocí a mi hermano del alma Yannick Meyer, que acababa de terminar un disco experimental de música pop africana grabado en su cuarto con nada más que un ordenata, un micrófono y una guitarra. Su canto y su forma de hacer música fue una revelación para mí, me inspiró mucho y supe que algún día yo haría lo mismo. Yannick y yo nos unimos en un proyecto musical llamado Native Young junto con un grupo de músicos africanos de las favelas de Cape Town. Fueron dos años de pura magia y metamorfosis para mí. Lo que sentí viviendo en Sudáfrica, los ritmos, las melodías, el canto… fue algo realmente liberador. Allí comprendí lo que significa ser músico de verdad y la responsabilidad que conlleva. Todos los artistas que conocí en mi viaje han sido una influencia directa en el sonido que estoy creando ahora.
¿Qué te inspira a la hora de componer tus temas?
Lo que más me inspira sin duda alguna es la Naturaleza. Ese silencio, esa calma que se respira. De ahí han salido las mejores ideas para este disco, por ejemplo usar atmósferas que fui capturando en mi viaje para crear ambientes en las canciones del disco. Si prestas atención escucharás sonidos de selvas, ríos, mares, bosques.
Para hacer buena música necesito entrar en trance, conectar con un beat. Y no hay mejor trance que el canto de los pájaros, las chicharras, los grillos, las ranas, el sonido de un río, el viento entre las cañas, el movimiento hipnótico del fuego.
También me inspiro de recuerdos que tengo que me evocan emociones. Ahí intento sumergirme en la emoción y dejo que me guíe. Si tengo suficiente paciencia comienzan a venirme melodías y ritmos, y si me relajo aún más me vienen frases y letras.
En “In the real world” ofreces una propuesta musical elegante y sofisticada, un sonido evocador y envolvente, mágico y acogedor, algo poco habitual en los últimos tiempos. El trabajo parece nacer bajo un halo de ganas de gustar y llegar muy alto ¿Qué expectativas has puesto en él?¿Dónde quieres llegar con este trabajo?
Mi sueño es llegar a mucha gente en todo el Mundo. Gente que resuene con mi mensaje, con mi ritmo. Gente que desee crear arte que cambie las cosas, que una a las personas en lugar de dividirlas y confundirlas. Necesitamos estar unidos. Estamos cruzando un umbral de inconsciencia profunda hacia una etapa más consciente, más elevada, y la música nos va a ayudar a evolucionar. Está en nuestras manos transformar el caos de Mundo en el que vivimos en un lugar maravilloso. Yo elijo seguir soñando que es posible, como decía John Lennon ‘You may say I’m a dreamer, but I’m not the only one.’ Esa es la gente que busco y para la que hago música.

¿Por qué has titulado “In the real world” a este disco?
Ese título viene de un diálogo interno que me ronda por la cabeza hace años. Siempre digo que hay dos voces en mi mente. Una habla en un tono alarmante, siempre tiene prisa, desconfía de todo el mundo, incluso de la gente que amo, tiene miedo y duda de todo. La otra voz me habla en un tono suave y calmado, siempre busca el entendimiento, me habla de unir, de relajar, de soltar, de parar y simplemente… respirar. Cuando escucho esa voz es todo mucho más simple.
Creo que el Mundo tiene mucha sed de esta otra voz. Hay una obsesión por prestar atención a la voz que infunde miedo, que se queja de todo y todo le parece mal; y esto es un menosprecio hacia todo lo increíblemente bello que nos rodea en todo momento. Parece que el Mundo está al revés. Para mi el ‘Mundo Real’ del que habla este título es esto, un mundo donde la gente comienza a prestar atención a su intuición y nos abrimos a escucharnos, confiando en los demás y comenzamos a inspirarnos los unos a los otros. Ese es el Mundo en el que quiero vivir.
¿Cuáles son los planes de Alex Serra para este 2019 y primeros del 2020? Suponemos que girar por salas y festivales, ¿pero algo que puedas adelantarnos? ¿Eventos importantes?
Marcaros esta fecha en el calendario, 13 de Setiembre de 2019, a las 9 de la noche en la Farinera del Clot (Barcelona). Ese día será el nacimiento oficial del disco ‘In the Real World’ en público. Llevamos meses preparando algo muy poderoso con Totidub, mi mentor y productor con quien nos hemos unido para tocar juntos, y también con otros artistas increíbles del mundo de la danza y los visuales. Tengo mucha fe en que algo grande va a ocurrir ese día.
Por lo demás tenemos algunas fechas para este verano, el 12 de Agosto tocaremos en el Festival Internacional de Música de Cadaqués junto a nuestro querido monkeyman Macaco. Él fue uno de los impulsores de nuestro proyecto y nuestro disco se ha publicado bajo su sello Mundo Zurdo. Me hace especial ilusión compartir escenario con este peazo de artista y movilizador social.
Y siempre estamos tocando en Barcelona y alrededores así que estad atentos a las redes sociales porque habrá movida este verano.
¿Crees que el mundo digital va a acabar con el mundo de la música tal y como lo conocemos hoy? ¿Cuál es el futuro del músico?
Creo que el mundo en general está evolucionando a un ritmo frenético. Y en el mundo de la música esto tiene su impacto positivo y negativo. En lo positivo se está dando que hoy en día por un precio asequible mucha gente tiene opción a montarse un estudiete musical en casa y comenzar a crear. Además con la redes sociales y plataformas como Spotify y Youtube, tu música puede llegar a millones de personas. Eso está genial porque nos da una oportunidad a artistas como yo a dar un paso al frente y comenzar a crear a un nivel profesional. Por otro lado esto provoca que mucha gente entre en el mundo musical con la motivación principal de ganar ‘pasta’, con lo que está apareciendo mucha basura musical.
Pienso que hay que ir con mucho cuidado con la música que uno lanza al mundo. Que el mensaje que uno lanza reverbera en el planeta por años. No estoy hablando de ser un pureta y ser un reprimido, la vida también hay que tomarsela con humor y jugar. Pero creo que hay un exceso de mensaje bobo y confuso que no ayuda en absoluto a evolucionar a nivel individual y colectivo. Mucho sexismo en la música, mucha violencia, hay que estar al tanto de lo que se transmite y de lo que uno escucha también.

Viendo el panorama del fin de semana en cada ciudad, con una grandísima oferta de conciertos, ¿es cierto que parece que hay una nueva era dorada de los directos?
Totalmente. Ahora que estoy comenzando a asomar la cabeza por el mundo de los Festivales y demás es increíble ver la cantidad de Festivales que existen en todo el Mundo a día de hoy. Es muy fuerte. Un músico puede literalmente vivir el año entero de festival en festival. No se antes cómo sería pero se nota que vivimos en una época donde hay una necesidad imperiosa de divertirse, de jugar, de bailar en grupo, de sentirse parte de algo más grande. Se ve en el mundo del deporte también, con campos enteros ‘petaos’ de peña gritando al unísono.
A nivel más underground también hay una buena oferta de locales, por lo menos en la ciudad de Barcelona, donde se junta la gente en noches de Open Mic a escuchar a artistas emergentes. Si os pasáis por la ciudad recomiendo la noche de los lunes en el Club Cronopios. En ese lugar es donde comencé yo hace un par de años a compartir mi arte y le tengo especial cariño.
¿Cuál ha sido tu mejor momento/recuerdo en la música?
¡Buah! He tenido muchísimos momentazos con la música. Quizás a nivel más épico ha habido un par de conciertos en los que literalmente he flipado.
Uno fue el último concierto que hicimos con la banda Sudafricana Native Young en el festival ‘Les Escales’ de Nantes (Francia) en 2016. Tocamos en una carpa abierta gigante en el puerto, al lado del mar. Nunca habíamos tocado para tantísima gente, el público absolutamente enloquecido con nuestro show y nosotros extasiados de felicidad dándolo absolutamente todo. Siempre recordaré ese día y todo el cariño que recibimos después. Además era especialmente emotivo para nosotros porque yo ya no volvería a Sudáfrica con la banda, me quedaba en Barcelona para comenzar a preparar el proyecto que estoy presentando ahora. Fue mágico.
Y el segundo momentazo fue hace poco, el 19 de Junio 2019 tuvimos el placer de tocar en el Apolo de Barcelona junto a Totidub ynuestra querida Na lua, artista de visuales, que le dá otra dimensión a nuestro show. Además fue estratosférico porque vinieron nuestras amigas bailarinas Kenya Sauer, Aina Lanas, Irene Baeza, Pau Arnal, Manel Cabeza, Guillem Ripoll y se marcaron unas coreografías que nos quedamos todos locos. Fue increíble compartir ese momento con amigos de toda la vida y además con mi familia, mi mujer y mis padres, que siempre están ahí apoyando. Era la primera vez que tocábamos los temas de mi disco debut en un lugar tan emblemático, y ver a toda la gente bailar y disfrutar, es una sensación que nunca olvidaré.
¿Cómo es un día normal en la vida de Alex Serra?
Normalmente lo primero que hago por la mañana es meditar un buen rato y agradecer todo lo bueno que ocurre en mi vida y la gente maravillosa que hay a mi alrededor. Esa es la mejor práctica que tengo, me quedo en un estado de zen muy bueno.
Y después, pues según lo que requiera el día. Suelo ensayar un par de días enteros por semana y el resto de la semana intento ir con el flow y hacer cosas diferentes. Mi mayor gozo en esta vida es entrar en Trance, y perder la noción del tiempo, por eso hago música imagino. Así que siempre estoy buscando maneras de entrar en trance, ya se explorando punteos con la guitarra, creando beats en el ordenador, o estudiando cantos tribales y jugando con mi voz. Es interminable la verdad.
Es gracioso, hace unos años mi vida no tenía nada que ver con lo que hago ahora, de hecho el yo de aquel entonces hubiera considerado a mi yo de ahora como un ‘freak de cuidao’. Ahora cada vez me siento más freak y me gusta, de hecho tengo la teoría que las personas más felices son las más freakys, así que intento superarme cada día.
¿Tienes alguna opinión de la actual situación económica y social de España y del mundo en general, que quieras compartir con nosotros?
Ufff… esto es un tema delicado. Pienso que la situación económica y social del mundo está muy ligada a la educación que le damos a nuestras hijas e hijos. Lo digo porque yo mismo he sufrido la domesticación del sistema educativo y me está costando años desaprender muchas de las ideas que me metieron en la cabeza. Por ejemplo la idea de competir con los demás, de ser el mejor, de calificarlo todo del 1 al 10, de darle muchísima más importancia al pensamiento racional que al pensamiento abstracto.
Pienso que hay que despertar a nivel colectivo. Es de necesidad imperiosa enseñarle a los más peques a expresarse, a que sepan identificar lo que les hace felices y acompañarlos en ese camino, enseñarles que pueden soñar a ser lo que quieran en esta vida, que no hace falta que los encajemos en cajitas y que todo el mundo acabe estudiando lo mismo y haciendo trabajos robóticos insufribles. No es necesario. Que no es necesario hacer un trabajo que no te haga feliz y no te motive. Hay que cambiar de mentalidad. Pienso que solo así la situación económica, social y política del planeta cambiará. Se buscarán complicidades, colaboraciones, compartir, en lugar de competir constantemente. Esa es mi opinión.
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MISCELÁNEA
¿Podrías recomendarnos…
…un libro?: Un Curso de Milagros
…una película?: Into the Wild
…una canción?: A Change is Gonna Come (de Sam Cooke)
…un álbum?: The Miseducation of Lauryn Hill
…un grupo o solista?: Ali Farka Touré
…una afición?: –
…cordero, cochinillo o sopa castellana? (es que somos de Segovia ☺): Sopa Castellana
Muchísimas gracias por tu tiempo y enhorabuena por tu música. ¡Nos encanta!
Gracias a vosotros, me ha encantado la entrevista 🙂