Dicen que las mejores fragancias se guardan en frascos pequeños. Con la música en directo ocurre algo parecido. Es cierto que, por ejemplo, una actuación de los Rolling con 50.000 personas rugiendo en un estadio es una experiencia inolvidable, pero en este caso me quiero referir a la magia que desprenden conciertos como el acústico que dieron Tangerine Flavour en Moloko Sound Club, que sirvió como apertura del Ciclo 25 Aniversario de la mítica sala madrileña.
Quien conozca este lugar sabrá que es bastante acogedor, pero que nunca ha tenido problemas a la hora de albergar actuaciones en vivo, eso sí, para un público selecto que disfruta de la cercanía de sus cantantes preferidos. La única salvedad por motivos de espacio fue el cambio de la batería a un cajón, pero el sonido de la percusión fue muy bueno, de la mano de Mike Fletcher, así como las cuerdas que llenaron el lugar con aromas del Sur de los Estados Unidos, de Country del que corre por las venas de este grupo que cautiva con las voces de Pablo A. Martín, acompañado de su guitarra acústica y su armónica; y Fernando Lima, acariciando el bajo. Por su parte, el trío de cuerdas se completó con la eléctrica de Alejandro Vizcaíno.
Desde el primer momento los Tangerine Flavour mostraron su alegría al poder tocar en un escenario tan importante para ellos como la sala Moloko. Por ello no quisieron desperdiciar la ocasión y ofrecieron un concierto muy completo, lleno de temas propios sacados de su disco «No hard feelings»; junto a otros que aparecerán en su nuevo trabajo, como «Moloko nights» (qué mejor lugar para tocar esta canción); y varias versiones de clásicos como «Take me home, country roads» de John Denver, o «The weight», de The Band.
La fiesta fue creciendo a la vez que los minutos pasaban desapercibidos. Había que ir terminando; ya casi se había hecho de noche. Pero todavía quedaba una. Tangerine Flavour quiso rematar la actuación como se merecía tirando de clásicos, algo que siempre suele funcionar. Así, todo el Moloko acabó coreando «Hey Jude» de The Beatles, para dejar allanado el camino de aquellos que querían continuar con la fiesta, y también para quienes se retiraban a sus hogares, felices, a afrontar las últimas luces del domingo.
Quien quiera disfrutar de un concierto de Tangerine Flavour tienen donde elegir. La banda está realizando una gira que, tras sus visitas a Salamanca, Moralzarzal, Santander, Ávila, Yunquer de la Sagra y Madrid, continúa durante más de una veintena de fechas a lo largo de marzo, abril y mayo.





