Luke Winslow-King (Octavo Arte, La Lastrilla, 13-11-2022)

El Winter Indie City volvió a convocar una noche de domingo a todos aquellos que quieren estirar el fin de semana, sin dejar de lado las oportunidades que se ofrecen ahí afuera, cuando muchas personas optan por quedarse en casa y entristecerse, mucho antes de que suene el el despertador del lunes.

Una vez más Octavo Arte fue el lugar elegido, con Luke Winslow-King como invitado, y que eligió Segovia para cerrar su gira por España presentando su séptimo disco «If these walls can talk», que fue desgranando y entrelazándolo con temas de sus otros trabajos, que comenzaron en 2008.

Elegante y sobrio, vestido de oscuro y con la apariencia del Bryan Ferry de Roxy Music, pero nacido en Michigan, su presencia en el escenario era imponente, mucho más cuando comenzó la música a sonar. A lo largo de la velada se pudo disfrutar del puro blues sin artificios, de un artista que parece haber viajado al pasado para nutrirse de la sabiduría de los maestros, pero que a sus 39 años de edad cuenta con un virtusismo propio de quienes ya peinan canas.

El repertorio del de Michigan giraba en torno a las múltiples posibilidades que oferece el blues si es mezclado con otros estilos más tirando a rock y a folk. Así, hubo tiempo tanto como para bailar solos a un ritmo desenfrenado; como para hacerlo abrazar a la persona que quieres, con baladas de las que dejan la piel de gallina. Merece la pena destacar uno de estos momentos que suceden de vez en cuando, pero que ayudan para conservar la capacidad apaciguadora de la música en directo. Dicen que en esos momentos en los que toda la sala se queda en silencio, se calma del todo la cháchara y se escucha el final de una canción sin ningún tipo de contaminación acústica, es que un ángel ha pasado. Será un ángel, o el espíritu de Jerry Lee Lewis que sobrevoló el lugar con un manto de paz. Sea como fuere, fue algo precioso.

De esta forma transcurrió un concierto en el que Luke Winslow-King afincado desde hace varios años en Calatayud, devolvió el cariño expresado por el público con un más que decente castellano. Sobre el escenario estuvo acompañado por el magnífico guitarrista, el italiano Roberto Luti quien, junto al batería y al bajo, componen la banda. Hubo tiempo y ganas para un bis, y el grupo y la gente tenía tantas ganas de quedarse que olvidaron que era domingo. Eso sí, la mayoría entró a trabajar al día siguiente con una sonrisa en la cara.

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