«Los hay que llenan dos veces el WiZink, otros que hacen lo mismo con La Riviera. Pues nosotros hemos llenado dos noches en Segovia, y estamos muy felices y orgullosos por ello». Estas fueron las palabras de Jero Romero, mientras lucía una sonrisa sincera que no le cabía en la cara, y daba las gracias a todos aquellos que habían comprado la entrada el primer día que salieron a la venta, y a todos los que vinieron de muy lejos para verle. Tampoco se quiso olvidar de su fiel público segoviano, y a la excelente organización del Winter Indie City. Y es que hacía mucho tiempo que no había tanta expectación con un artista. El toledano mueve a una masa fiel desde hace muchos años, y eso se nota en cada espectáculo, donde lo da todo, acompañado de una banda que convierte sus canciones en dignas para levantarse de la butaca y cantar, bailar y dar palmas.
Los organizadores decidieron que el viernes fuera el día de los abonados del WIC, mientras que el sábado la sala Julio Míchel acogió a los no abonados, junto a aquellos que decidieron hacer «doblete» acudiendo las dos noches. De este modo, Romero abrió con una canción nueva del disco «Miracoloso», «Tú no vienes»; junto a otras de su primer album «La grieta»: «El ventanal» y «Los columpios».
A continuación paró para agradecer la presencia de un público entregado, con una serie de temas que varían desde la paternidad (su hijo Lucas disfrutaba por primera vez de un concierto de su padre), hasta el falso mito de que, en el amor, los polos opuestos se atraen. No faltaron las anécdotas, como la del gran parecido a Xoel López del hombre que le cambiaba las guitarras a un Jero Romero bien surtido de cuerdas.
Así, tras «Ya te lo decía yo», «Desinhibida», «Las leves», «Nadie te ha tocado», «Plantas de Interior», «Irrisorio», «Las ballenas», «De mi síndrome antes», «Has hecho como yo» y «Devolverte», la banda tomó un descanso para que el cantante se colocara bajo la única luz de un foco y tocara «Correcto» y «También».
El concierto se acercaba al final, y para entonces el público ya se había levantado de sus asientos en varias canciones, para acabar con un bis compuesto por «Los cadáveres» y «2010», que cerraron un doblete histórico en Segovia.













