Hacía mucho tiempo que Octavo Arte no acogía a tanta gente para un concierto. Todas las entradas se vendieron, incluso días antes de la cita. La ocasión lo merecía, ya que Niños Mutantes regresaban a Segovia, y nadie se quiso perder esta delicatessen servida con mucho cariño por el Winter Indie Festival.
Tres canciones de su nuevo trabajo «Cuchillos y Diamantes» («La ola», «No has venido a sufrir», y «No tengo remedio»); y «Una noche», de su anterior disco «Ventanas», abrieron la velada y dieron la bienvenida a todas las almas que acudieron a la llamada de los granadinos, que confesaron sentirse muy a gusto con el público segoviano.
Ya con el vocalista Juan Alberto Martínez en manga corta, el repertorio continuó con uno de sus temas más conocidos, «La puerta», canción que abre su disco «Náufragos», una joya que los Niños Mutantes desgranaron a lo largo del concierto, con himnos como «Empezar de cero» o la que da nombre álbum «Náufragos».
Doce discos después, los que tienen a sus espaldas los de Granada, hubo tiempo para todo. De esta forma el, nuevo disco sonó casi entero. Además de la ya citadas, tocaron «Buena suerte», «Madreselvas» y «16», dejando al público salivando y con ganas, si no lo tienen ya, de comprarse el precioso vinilo que recoge estas nuevas canciones.
El tiempo transcurría rápido, como suele ocurrir cuando te rodeas de amigos y te lo pasas bien. Así, se llego al último tramo del concierto, en el que los Mutantes tenían preparada una sorpresa, porque no acabaron con «Errante (Canción Mutante)» o con «Hermana mía», sino que se sacaron de la manga «Globo», una canción del album «Mano, parque, paseo». Tras el calor granaíno y lo a gusto que se estaba en Octavo Arte, ya tocaba pasar algo de frío e irse a seguir celebrando el viernes noche; o a retirarse a casa, eso si, todos contentos por haber compartido la música de un grupo que siempre tendrá un hueco en Segovia.







