Bunbury (Palacio de Deportes de Santander, 02-12-2017)

La metamorfosis del Duque Blanco

Más alto que Bunbury sólo el cielo, al menos en lo que se refiere a los artistas de nuestro país, o quizás es que lleva ya unos cuantos años jugando en otra liga y aquí aún no nos hemos dado cuenta, o no hemos querido darnos cuenta.

Muy lejos de darse por satisfecho con su exitosa anterior gira «Mutaciones» donde celebraba sus 30 años de carrera y reunía una colección de éxitos de su carrera en solitario además de revisitar alguna de sus canciones de épocas anteriores junto a Héroes del Silencio, muy al contrario el aragonés errante siempre necesita dar un paso más.

Cuando crees que lo has visto en toda su plenitud, que ha llegado a su cima, el mago saca un conejo del sombrero y edita «Expectativas», un notable LP que dibuja un paisaje Orwelliano y postapocalíptico en el que destacan unas brillantes letras de total actualidad, acompañadas de un cambio en el sonido de sus últimos discos hacía sonidos más electrónicos dejando por el momento de lado los aires latinos y fronterizos que empapaban últimamente su repertorio.

Nueva gira de Enrique Bunbury y nueva metamorfosis, el camaleón aparece en escena con un traje blanco acampanado con dos trazos rojos en forma de cruz a la espalda. Nos vienen a la memoria inmediatamente a dos de sus ídolos, Elvis y Bowie y un juego de luces espectacular nos transporta por momentos a un casino de Las Vegas, en otras convierte la ballena santanderina en el Studio54 new yorkino o a través de un brillante azul espacial nos hace viajar a las estrellas, todo ello adorna un sonido impecable.

Pocos apuestan tan alto y tan fuerte como el maño, haciendo valer sus obras mas recientes al arrancar el concierto con varios de los temas pertenecientes a su último disco, entre otros «La actitud correcta» o «Cuna de Caín» y no dejar de tocar al menos algún tema de «Palosanto» («Los inmortales») o «Las consecuencias» (la susurrada «De todo el Mundo») , no le tiembla el pulso al dejar en el olvido temas tan emblemáticos como El Viento a Favor, El club de los Imposibles o Alicia o a destripar y volver a coser otros emblemáticos como El Hombre Delgado de Hellville Deluxe

Prefiere rescatar temas oscuros y casi olvidados como «Tesoro» o «Héroe de Leyenda», antes que muchos de sus grandes hits que funcionarían en piloto automático, eso sí,  envueltos en su nuevo sonido electrónico y donde abundan las programaciones  y sintetizadores que nos recuerda a la década de los 80 incluso en algunos temas de un disco de aires tan latinoamericano como «El Viaje a ninguna parte», del que suenan explosiva «El Anzuelo» y la sentida «El Rescate».

Por qué Enrique apuesta sobre todo por sus composiciones, sean éxitos o no, esa manera de acabar un concierto grande con un tema pequeño y minimalista, «La Constante», cuidándolo, acariciándolo y dándole la importancia que merece, para dejarnos en estado de éxtasis tras dos horas de descarga de energía .

Pero la apuesta no es un salto con los ojos cerrados al vacío, el prestidigitador después de 30 años en la carretera posee habilidades al alcance de unos pocos, gran voz, intensas interpretaciones, un enorme carisma que despliega por todo el escenario. Poseedor de cartas marcadas que siempre suman bazas ganadoras «El Extranjero» con Rebenaque al acordeón, una de las preferidas por el público, «Sí» y «Lady Blue» coreadas por toda la audiencia pertenecientes a «Flamingos» .

Y por supuesto algún as guardado en la manga, ese mítico «Maldito Duende» que crece al ritmo de los tambores y emociona tanto como la primera vez o más , si cabe, en esta nueva mutación en la que Enrique no duda en bajar al foso y abrazarse literalmente con las primeras filas.

Arropado por su banda, Los Santos Inocentes, cada uno de ellos en su sitio, complementando al artista, pero con personalidad propia y con momentos seleccionados para brillar por separado, Jordi Mena y Alvaro Suite cogiendo el timón en los momentos más rockeros, guiados acertadamente por Ramon Gacías y Robert Castellanos perfectamente complementados por Quino Bejar a la percusión .

Para este Ex tour17-18 cuentan con el añadido del saxofón de Santi del Campo con importantes arreglos durante varios momentos del concierto, para mí se echó en falta una mayor cuota de presencia de las guitarras en ciertos tramos en detrimento de los omnipresentes teclados .

Y sobre todo Enrique apuesta por el Rock n Roll como actitud incorrecta, rebelde y reaccionaria, ante la vida, ante los problemas actuales de la sociedad y por supuesto ante el público, al cual no dudo en agradecer su incondicional apoyo en numerosas ocasiones y con el qué se fundió en uno solo en este inicio de su siguiente mutación, que por otra parte estamos seguros que no será la última.

Fotos de Gustavo Fernández Gutiérrez