El pasado miércoles Chloe Bird presentó «The light in between», su segundo disco en el Café Comercial, un trabajo muy íntimo y personal planteado como una continuación del primero.
Mientras que la oscuridad era protagonista en su anterior disco, ahora lo son esas grietas de luz que nacen de una puerta entreabierta. «The light in between» parece el reflejo de la evolución vital de la artista, que poco a poco aprende a superar sus miedos, a valorar lo realmente importante y logra el equilibrio. Y así nos lo explicó, comentando el sentido de cada uno de los temas antes de cantarlos.
Dijo cosas tan interesantes como que somos el reflejo de quienes nos rodean, en la presentación de «Mirror Mirror». Dedicó una canción a la muerte pero desde un punto de vista positivo, centrándose en el recuerdo de los que ya no están. También interpretó un tema para las mujeres que en alguna ocasión se han sentido atacadas por el mero hecho de serlo.
El concierto protagonizado por la dulce voz de la artista y su piano y los toques de percusión de su compañera Vicky nos hacía sentir como caminando entre nubes de algodón, tranquilos y en paz.
Chloé reconoció que el mayor éxito lo ha logrado con una canción en español y a lo mejor «tiene que plantearse cambios». Personalmente, creo que sus letras están cargadas de significado y podría ser que en castellano conecte más rápida y profundamente con el público. Pero también he de reconocer que en inglés y francés el piano y su voz envuelven e hipnotizan de forma irracional.
¡Nos gustó mucho, Chloé! Estamos seguros de que vendrán muchos más discos y con más luces que sombras.