Lori Meyers (WiZink Center, Madrid, 29-12-2018)

El año 2018 será recordado como una de las mejores cosechas de la música española en mucho tiempo, tanto en la producción de discos como en la aparición de nuevos artistas y en la celebración de conciertos que se van a quedar atesorados en nuestra carpeta de recuerdos.

Y para cerrar un año tan musical, el WiZink Center de Madrid preparó durante el último fin de semana de diciembre una programación digna de paladares sublimes, celebrando a la vez dos fechas muy importantes.

Así, el viernes 29 se acogió en el Palacio de los Deportes la fiesta que Lori Meyers quiso regalar a sus seguidores con motivo de su vigésimo aniversario como grupo. Para ello, además de con un precioso disco llamado «20 años, 21 canciones» , los granadinos ofrecieron una actuación espectacular de más de 2 horas de duración en la que dieron cabida a todas sus canciones más destacadas incluidas en sus seis discos de estudio, desde «Viaje de estudios» hasta «En la espiral».

De esta manera quien acudió a este concierto pudo disfrutar de muchos temas que los de Loja no pudieron dar salida en festivales o en reuniones de menor formato. Y es que Noni López y los suyos acabaron con todas las existencias de confeti de la ciudad, dándolo todo de sí y con la ilusión de la primera vez. De hecho, a modo de imágenes de cómic, se preparó un vídeo muy entrañable de los primeros pasos del grupo, su juventud, sus ensayos, sus conciertos…

Lori Meyers se acompañó de una escenografía preciosa, además de contar con varios detalles especiales, como la presencia de unos bailarines que actuaron en varias canciones, y de un grupo de cuerda que hicieron sonar aún más bonita la canción «Océanos». Tampoco quisieron olvidarse de sus raíces andaluzas, y en mitad del concierto acercaron los bártulos al público y montaron su particular cuadro flamenco en el que se lucieron a la guitarra y al cajón, interpretando «Saudade» y «Rumba en atmósfera cero». Del mismo modo, Antonio Vega tuvo su rincón del recuerdo a través de la interpretación de uno de sus temas más conocidos, «Esperando nada».

Los granadinos ya dejaron claro desde el principìo que el concierto no iba a seguir un orden cronológico, ya que solamente iban a fijarse en las caras del público para saber por donde ir en cada momento. De esta manera la noche fluyó con naturalidad desde la balada «Luciérnagas y mariposas», con las linternas de los teléfonos móviles rompiendo la oscuridad; hasta clásicos que animaban a saltar y a dejarse la voz, como «Siempre brilla el sol», «Emborracharse», «¿A-Ha han vuelto?» o «Mi realidad», que sirvieron para cerrar el repertorio.

Pero antes de bajar el telón, Lori Meyers se despidió de sus aficionados por este año con un recuerdo a la música de la que bebieron cuando comenzaron, interpretando «La caza», (1967) de Juan y Junior.

FOTOS: David López Prieto

 

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