Amaral (WiZink Center, Madrid, 19-11-2021)

«Salto al color» después de 608 días

608 días después, a ritmo de pop electrónico y con un casco de cristales que multiplicaba los haces de luz aparecía Eva Amaral sobre el escenario del Wizink Center. “Señales”, canción perteneciente a su último disco “Salto al Color” (2019) fue la elegida para comenzar lo que serían más de dos horas de uno de los conciertos más esperados por el dúo zaragozano.

Enseguida llegó el primer gran clásico de la noche “El universo sobre mí” acompañado de las notas que salían de su armónica y al que le siguió “Marta, Sebas, Guille y los demás”.

El ritmo del concierto avanzaba con una cantante visiblemente emocionada en cada tema que no olvidaba los 608 días que hemos esperado para esa noche, después de que su concierto previsto para el 21 de marzo de 2020 se viera aplazado por la pandemia que estalló pocos días antes. Mientras lo recordaba, no dejó pasar la oportunidad de dar las gracias “porque con el primer aplazamiento muy poquitos de vosotros devolvisteis las entradas y eso, en un momento tan complicado, fue un gesto de cariño que supuso mucho para todos nosotros”.

Fueron las notas de “Entre la multitud” con las que llegamos al ecuador del concierto, “esta canción hablaba de pasar toda la noche bailando en un recinto como este y de disfrutar de esa especie de comunión que se forma con todos los seres humanos bailando. Sin embargo, después de sacar el disco estuvo prohibido bailar y nosotros pensamos ‘vaya, hemos dado en el clavo’, pero, afortunadamente, hoy hemos vuelto a encontrarnos entre la multitud”. Y fue esta noche de viernes cuando el título tomó más sentido que nunca de la mano de las 12.500 personas que llenaron el aforo permitido según las últimas restricciones y que no dejaron de bailar y saltar en toda la noche.

Amaral, junto a todo su equipo, fue recorriendo su nuevo disco e intercalando los nuevos sonidos con los grandes clásicos. Así pudimos escuchar “Tambores de rebelión”, canción que habla de la liberación de una relación tóxica, “Ondas do mar de Vigo” compuesta por el trovador gallego Martín Codax o “Mares igual que tú” que surgió por su fascinación hacia el mar y con la que le quisieron hacer un homenaje a semejante espectáculo de la naturaleza.

Como no podía ser de otra manera después de una noche tan esperada, las sorpresas iban y venían en cada tema. Primero fue el turno de Lucía Ruibal, bailaora encargada del taconeo mientras Eva entonaba “Soledad” y que hizo que a la artista se le saltaran las lágrimas “por ver tanto arte encima del escenario, realmente me tiemblan las piernas”. Y, casualidades del directo, justo antes de comenzar con “Salir corriendo”, Tomás Virgós que hasta ese momento había estado encargado del teclado salió corriendo, literal, hacia el hospital porque su mujer había salido de cuentas. La cantante también tuvo tiempo de hacer alusión a sus compañeras “para que todas vayan por la vida con la mirada bien alta” en “Bien alta la mirada” y de nombrar, uno por uno, arropados de un aplauso infinito, a todos los integrantes del equipo del Wizink que hicieron posible una noche como la que vivimos.

608 días hemos esperado y, sin duda, cada uno de ellos ha merecido la pena.