Entrevista a Shirley Davis

Shirley Davis está plantada con los pies en el suelo y mirando hacia el futuro. La poderosa cantante de soul no hace prisioneros en su tercer álbum, «Keep On Keepin’ On».

Respaldada por The Silverbacks, Davis aprovecha el poder de las madres del soul del pasado, así como su propia historia, para ofrecer un disco que pasa de la serenata soul a la balada rockera, y luego lo lleva a casa con un alma que pisa fuerte.

«Keep On Keepin’ On» encarna lo mejor de la tradición del soul moderno, a la vez que muestra una voz única en su creciente canon. Conjugando los sonidos clásicos del soul y el funk de los años 60 y 70, así como la poderosa Sharon Jones -cuyas últimas palabras a Davis dan título al álbum-, lo último de Shirley Davis & The Silverbacks es una historia muy personal de empoderamiento y autorrealización, servida sin perder un ápice de groove.

Aunque actualmente reside en Madrid, donde se grabó «Keep On Keepin’ On», fue en Londres donde la voz y la magnética presencia escénica de Davis echaron raíces por primera vez. Recibió una educación musical de primera clase mientras trabajaba en el legendario estadio de Wembley cuando era
adolescente, beneficiándose de los espectáculos de Prince, Madonna y otros.

A los 16 años, Davis lo dejó todo y se trasladó al interior de Australia con su marido. Los dos tuvieron un hijo poco después, aunque Davis se convirtió en madre soltera a los 20 años. Mientras se esforzaba por ganarse la vida y mantener a su hija, Davis soñaba con actuar.

Finalmente, se encontró en el centro de la escena soul de Melbourne. Tras estudiar en el Victorian College of the Arts, Davis empezó a liderar el grupo de baile pop de 12 miembros Dance Wazoo. «Me estaba desafiando a mí misma. Era una madre joven y quería impresionar a mi hija», recuerda la cantante. La música era la pasión y el objetivo de Davis, y su magnetismo natural atrajo los oídos de destacados vocalistas de soul, como Marva Whitney, Lee Fields, Betty Harris y el grupo de soul Osaka Monaurail.

Con su voz versátil y su presencia imponente, Davis se convirtió en una de las cantantes de apoyo más populares para las giras internacionales de artistas de soul. Sin embargo, fue en una actuación de 2007 de Sharon Jones y The Dap-Kings en Madrid donde Davis encontró su destino. Jones subió a Davis al escenario para que cantara «Heard It Through The Grapevine», un momento de kismet que cautivó al equipo de Tucxone Records, que también estaba presente.

Nuestro compañero Josechu Egido ha hablado con Shirley Davis de su trayectoria, de su tercer disco «Keep On Keepin’ On», de sus conciertos, de la Pandemia, de su actuación en el Afro Blues Festival y de sus planes de futuro. Esta es la entrevista completa para «La Consulta del Dr. Escarabajo».