A estas alturas, nos dice la buena gente del Winter Indie City que ya deberías conocer a Tuya y les damos la razón.
Con base en el rabioso “do it yourself” de la escena madrileña, Tuya se ha ido labrando de forma paralela a las pródigas carreras de estos músicos que, desde la sombra, nos han conmovido poniendo su arte al servicio de otros, véase Russian Red, Sidonie, Anni b Sweet, El Hijo, Tokyo Sex Destruction, Alex Ferreira, Luger, Christina Rosenvinge… la lista es larga y variada.
Las creaciones de Tuya se nutren de un imaginario donde rock, pop, folk y pinceladas bien trazadas de electrónica y noise conviven para dar forma y sentido a un nuevo paso hacia algo muy propio, amargo, dulce y fresco. En este proyecto los cuatro ponen en común su más sincera expresión y con trabajo y un sentimiento reflexivo/crítico se orientan hacia un futuro cada vez más cercano.
Tras “Own” (Subterfuge, 2011), “Waterspot” (Subterfuge, 2012), el proyecto fue dejando atrás las guitarras con “Mountains moving” (ERV, 2014) hasta enterrarlas con “A war is coming” (ERV, 2017).
Ahora, el proyecto es exclusivo del productor y multiinstrumentista David T. Ginzo y se encuentra en la fase más electrónica de su carrera.
Después de haber recorrido la mayoría de salas y festivales del país, así como parte de Europa, tiene entre manos nuevo material para 2019, que estamos deseando escuchar.
Hasta entonces, y aprovechando la vista de David T. Ginzo al WIC, nuestro compañero Josechu Egido ha hablado con él saber la trayectoria de su ultimo trabajo “A War Is Coming” y de sus planes de futuro.
LA ENTREVISTA
Nos sigue gustando mucho el sonido de TUYA en este segundo disco “A War Is Coming” (2017) ¿Qué va a encontrar diferente la gente que lo escuche de nuevas en este último trabajo de anteriores de TUYA?
Supongo que lo más llamativo es la desaparición total de las guitarras. En los 3 anteriores (‘Waterspot’ pero también en los dos EPs), fueron el elemento fundamental a la hora de desarrollar las canciones. Piensa que este disco lo escribí nada más llegar a una casa en la que tenía un piano, y sobre ese mismo piano escribí todo. Fue un proceso muy largo, poco más de 3 años en los que entre giras y producciones de otros proyectos, terminó por ser algo difícil de sostener.
Igualmente, se trabajó mucho en las diferentes sonoridades entre batería acústica y electrónica; hay momentos donde llega a haber dos de las primeras, utilizando la segunda simulando una caja de ritmos. Los sintes fueron otro proceso largo ya que el enfoque fue encontrar el color idóneo para cada parte.
En resumen, desde el punto de vista de álbumes largos, pasé de hacer un disco en 5 ensayos y un día de grabación en directo a 3 años de ensayo-error. Y el resultado es este.
Desde mi punto de vista, en “A War Is Coming” ofreces una propuesta musical muy evolucionada de “Waterspot” y con el sonido más elegante y sofisticado que ya se podía escuchar en el EP, “Mountains moving”, pero en esta ocasión con canciones más envolventes, más cercanas e intensas, más fáciles de escuchar, más poderosas…. El trabajo parecía nacer bajo un halo de ganas de gustar y llegar muy alto ¿Se están cumpliendo vuestras expectativas puestas en él? ¿Le queda aún recorrido a “A War Is Coming” ¿Dónde quieres llegar con este trabajo?
Supongo que esa evolución existe en cualquier disco que no sea una copia idéntica al anterior. Mi manera de afrontar un nuevo trabajo siempre se fundamenta en pequeñas herramientas que quiero explotar. En este caso fueron unos cuantos elementos relacionados con el campo de la electrónica, pero también de la música concreta. Igualmente hay cosas de matemáticas recreativas, pero también elementos de otras disciplinas como el cine (que suele ser un gran recurso para mi).
La expectativa no era ninguna más allá de lograr terminarlo y que la gente pudiese escucharlo; siempre está esa idea de dejar pistas para que alguien las descubra, aunque rara vez ocurre. Pero el proyecto se bloqueó nada más salir por motivos que prefiero ni recordar. Me quedé bastante aislado y llegué a pensar que Tuya había muerto. Pero después de un tiempo decidí retomarlo bajo un nuevo formato que ya venía usando desde 2013 en ocasiones especiales y tengo otro disco en camino además de un par de proyectos en colaboración con otros.
Canciones con mejores letras que nunca, quizás más nostálgicas, más realistas,… ¿Qué te inspira a la hora de componer tus temas?
Suelen partir de unas ideas más o menos definidas. Un buen método que tengo es poner una cartulina delante del escritorio donde voy poniendo ideas de canciones y organizando visualmente todo el tinglado. Luego voy encajando todo como un rompecabezas. Pero también siguen surgiendo muchas ideas directamente sobre algún instrumento. Depende de muchísimas cosas.
Por ejemplo, una canción que voy a tocar en este concierto es una que hice hace un par de semanas y que probablemente acabé estando en el nuevo disco. Se trata de una idea que me ronda la cabeza desde más o menos la época en la que empecé a idear AWIC. La cosa es que ya entonces tenía la sensación que me interesaba conseguir, un par de personajes que ni siquiera han terminado de aparecer del todo en la letra, ya que quedan más bien difusos y un par de conceptos a partir de los cuales podía conseguir comunicar esa sensación. Y ocurrió de repente, me puse a improvisar haciendo un loop de voz, con una mano tocaba un bajo y con la otra un ritmo. Mientras cantaba la letra iba saliendo porque las ideas llevaban ahí años. Aunque como te digo, a veces ocurre todo lo contrario al coger una guitarra y escribir una canción en 5 minutos. Se puede trabajar de mil formas y siempre es entretenido.

¿Por qué has titulado “A War Is Coming” a este segundo larga duración?
Porque quería ver hasta dónde podía llegar a jugar con ideas como la desinformación o la conspiranoia, y llevarlo hasta un terreno personal donde cualquiera de nosotros podemos llegar a contradecirnos. Pero yo mismo terminé por asustarme solo en una fase analítica. El nivel de desinformación cultural que sufrimos es inmensurable, y es algo que se empieza a comprender ahora; pero lo que más me llama la atención es que algo similar nos ocurre a nivel privado, nuestras relaciones personales se resienten y todo el mundo puede entrar en terrenos que nunca hubiésemos imaginado.
Ahora esa lectura casi parece premonitoria con lo que le ocurrió al proyecto hace casi dos años.
¿Cuáles son los planes de TUYA para lo poco que queda de es 2018 y el próximo 2019? Suponemos que girar por salas y festivales, ¿pero algo que puedas adelantarnos? ¿Eventos importantes? ¿Para cuándo nuevas canciones?
Pues aún no puedo decir mucho, pero en 2019 saldrá nuevo material con un sello en el que tengo muy buenos amigos. Y lo que surja.
¿Creéis que el mundo digital va a acabar con el mundo de la música tal y como lo conocemos hoy? ¿Cuál es el futuro del músico?
Me suena que el mundo digital llegó al mundo hace décadas y a la música hace por lo menos 20 años. No sé qué quieres decir con digital, pero pueden ser varias cosas.
Hay quien se cree mitos del tipo “cualquier tiempo pasado fue mejor”, pero dudo que los cachés desorbitados de los 80 y 90 fuesen realmente un ejemplo de consumo cultural sano. El mundo de la música “tal y como lo conocemos hoy” es algo que ni siquiera existe. Vivimos una burbuja cultural, de oferta privada que no se financia en absoluto con el consumo directo. Si desaparece la subvención, desaparece ese mercado. Por lo tanto, ese mercado es absolutamente ilusorio. El porcentaje de consumidores que pagan por un disco o entrada a un concierto es sencillamente ridículo. Las grandes ferias de música (mal llamadas festivales) no cuentan ya que es un hecho contrastable que sin la existencia de una cultura de base (circuito de salas, distribución y medios independientes de una corriente mayoritaria) es imposible un desarrollo cultural diverso.
¿Y todo esto va a ser culpa de “lo digital”? No, es una consecuencia de muchos enfoques empresariales errados (y errantes) dependientes de mitos y legislaciones mal entendidas (o ni leídas por interés).
El músico solo es un canal de comunicación. Si la gente no se asusta por lo nociva que resulta la prensa más generalista, ¿cómo van a darle importancia a un simple músico, técnico de luces o un joyero artesano?
Nadie piensa en si mismo como un egoísta, difícilmente alguien va a valorar honestamente su responsabilidad en todo esto.
(c) la foto es de @toemakesense
Viendo el panorama del fin de semana en cada ciudad, con una grandísima oferta de conciertos, ¿es cierto que parece que hay una nueva era dorada de los directos?
No solo no es cierto si no que resulta insultante escuchar eso de manera cada vez mas preocupantemente habitual. Un grupo que ahora cobra 5000 euros en un festival es incapaz de meter 100 personas en Logroño, Zamora o Jaén. ¿Sabías en Ávila ya ni siquiera queda una sala de conciertos? Y hablamos de una capital de provincia del mismo nombre. Sólo se puede tocar en un teatro dependiente de un banco o algo similar organizado por el ayuntamiento. Lo único que existe a noviembre de 2018 es una asociación punk que organiza un concierto al mes (no hacen más porque cuando lo hacen “no va gente”). Su ayuntamiento probablemente gaste más de un millón en traerse a 4 nombres conocidos en la semana de las fiestas locales. Con ese dinero podrían financiar todo un circuito local sin pérdidas y potenciarían una industria cultural que traería beneficios futuros.
¿Sabes dónde más ocurre ese modelo cultural? En absolutamente todas las provincias del estado. Mientras, se potencian grandes ferias musicales a precios ridículos para lo que ofertan; si multiplicas el precio de los abonos por el de asistentes y cruzas datos con los gastos que supone la producción y los cachés entenderás que algo falla y mucho.
Ahora piensa si, en vez de creernos el mito, debemos que empezar a comunicar públicamente que no solo estamos en un momento desastroso para la música en directo, si no que estamos destruyendo toda la infraestructura previa de pequeños empresarios o asociaciones locales que han estado de media dos décadas intentando mantener una sala que ahora tienen que cerrar.
Llevo dedicándome a esto de manera profesional 15 años. Y solo he visto las cosas ir cada año a peor.
¿Cuál ha sido tu mejor momento/recuerdo en la música?
Tengo para varios libros de anécdotas, pero no sabría quedarme con un momento en concreto. Hace no mucho (antes de haber dejado la mayoría de los proyectos en los que estaba) lo mismo estaba un día tocando para 20 personas en una casa okupa de Alemania y otro día en un estadio de 60 mil personas en Perú. Sonará incluso repelente al ser un tópico (desgastado por babosos que venden humo de supuesto éxito mientras con suerte llegan a pagarse el piso), pero lo único que se me ocurre relacionado con “el mejor momento” es cada vez que me subo a un escenario. E intento cada día que siga siendo algo habitual para mí.
¿Cómo es un día normal en la vida de un miembro de TUYA?
Ahora vuelvo a ser el único miembro así que te diré cómo es la mía en general: Como la de cualquier otra persona que tiene un trabajo que le gusta, con poco tiempo libre, el dinero más bien justo, pero al final bastante feliz. Creo que como muchísima otra gente.
¿Tienes alguna opinión de la actual situación económica y social de España y del mundo en general, que quieras compartir con nosotros?
Sí, primero considero necesario desconfiar de quien no cree en el método científico o de quien lo pone al mismo nivel que un relato mitológico. A partir de ahí creo que la cosa mejoraría bastante.
MISCELÁNEA
¿Podrías recomendarnos…
…un libro?:
El diccionario.
…una película?:
“Od groba do groba”
…una canción?:
‘Mr. Bojangles’ en cualquier versión menos la original
…un álbum?:
“White Pony” de los Deftones
…un grupo o solista?:
Faith No More
…una afición?:
Matemáticas.
…cordero, cochinillo o sopa castellana? (es que somos de Segovia ☺): Como carne, pero, dicho así, no me dejas otra que recomendar una reducción del consumo de carne…, …pero vamos, que cordero.