Jorge Navarro de Biznaga: «Con cada disco hemos ido dando pasos, confirmando el estilo, la voz y lo que tenemos que ofrecer»

(c) Las fotos son de Carmen Morago

Biznaga se consolidan a nivel nacional y amplían su espectro musical con su cuarto trabajo «Bremen no existe»

Como decía la banda de rock más grande de todos los tiempos«Todo lo que digáis que somos, lo somos y aún peor». Biznaga comulgaría con ese lema si no fuera porque les importa una mierda eso del rock.

Siendo parte de una generación de músicos formados alrededor del punk, Biznaga se han erigido como uno de los más firmes candidatos a traspasar las fronteras siempre difíciles entre este género y el gran público. De una manera muy personal han conseguido perfeccionar, a base de melodía, discurso y actitud, una suerte de canción protesta contemporánea.  

Sus tres trabajos publicados hasta la fecha: «Centro Dramático Nacional» (Holy Cuervo, 2014), «Sentido del Espectáculo» (Slovenly Recordings, 2017) y «Gran Pantalla» (Slovenly Recordings, 2020) son buena prueba de cómo desarrollar una trayectoria a base de grandes canciones, sin concesiones en lo retórico, ni renuncias en lo melódico.

Sixto MD de La Trinidad, habla así de su cuarto disco: Lejos del frenesí vampírico y españolizado de «Centro Dramático Nacional«, de la punción lumbar en clave de punk 77 que fue «Sentido del Espectáculo» y de la obra conceptual, opresiva y más cerebral que supuso «Gran Pantalla», es en este cuarto trabajo, «Bremen No Existe» (2022), donde Biznaga depuran todos sus movimientos tangenciales dentro del género hacia un sonido de pop luminoso y romántico.

La ruptura se percibe fresca y sin vicios, como si de un primer disco se tratara: ahora son el grupo que quizá soñaron ser, aún en las primeras maquetas. Nada de canciones directamente volcadas del local de ensayo al disco, pues por primera vez se escuchan guitarras acústicas, sintetizadores, armonías vocales y arreglos que brillan entre tempos menos frenéticos, para que melodía y texto funcionen como nunca.

En las entretelas de lo elegido y lo impuesto, Biznaga nos sitúa en medio del relato agorero sobre un futuro opuesto al de la nostalgia prefabricada; en la encrucijada entre el peterpanismo endémico, lo pueril y lo adulto; lo “normal”, los otros modos y lo posible en esta vida teledirigida, a la carta y llena de efectos especiales.

Como les sucede a Los Trotamúsicos de la portada (ahora reventados por el paso del tiempo), el interés se halla en el camino y después de rebelarse: la política se hace desde una pista de baile o una canción de hace diez años. La multiplicidad de lecturas está servida sin objeto de alcanzar una única respuesta porque, tal vez, como el destino de estos simpáticos personajes, no existe.»

Nuestro compañero Josechu Egido ha hablado con Jorge Navarro, bajista y letrista de Biznaga de su último trabajo «Bremen no existe», de su trayectoria, de sus conciertos, de la Pandemia y de sus planes de futuro. Esta es la entrevista completa para «La Consulta del Dr. Escarabajo».